Y digo yo que también se puede entender al revés: los padres son la solución.
La carta de una exprofesora que arrasa en Facebook: La docente, ya jubilada, cree que los padres propician el fracaso del sistema educativo
La educación de los hijos es una preocupación importantísima para padres y madres. Sin embargo, esa inquietud no siempre va acompañada de un comportamiento apropiado para ayudar a los niños a progresar en su vida académica. Cuando se produce un fracaso suele culparse al propio alumno, al colegio, a los profesores… pero a menudo se echa en falta autocrítica por parte de los padres. Esto es justo lo que ha querido denunciar una exprofesora en una carta que se ha hecho viral a través de Facebook.
Lisa Roberson es una profesora jubilada que ha decidido difundir sus impresiones sobre los problemas de la educación actual enviando una nota a la sección «Cartas al director» de un periódico. Alguien colgó el texto en Facebook y en apenas unos días son más de 345.000 las personas que han compartido la publicación. Los problemas de los que habla la maestra y las conclusiones a las que llega han sido aplaudidas por internautas de diversos países del mundo.
Esta es la traducción de la carta completa:
«Como profesora jubilada, estoy harta de gente que no sabe nada sobre escuelas públicas o que no ha estado recientemente en un aula decidir cómo arreglar nuestro sistema educativo. ¡Los profesores no son el problema! ¡Los padres son el problema!
No enseñan a sus hijos modales, ni respeto, ni siquiera lo más elemental sobre cómo relacionarse con los demás. Los niños vienen al colegio con zapatos que cuestan más que toda la ropa del profesor, pero no tienen papel ni lápiz. ¿Quién se los proporciona? A menudo lo hacen los profesores, de su propio bolsillo.
Cuando veas escuelas que ‘fracasan’, mira a los padres y a los estudiantes. ¿Vienen los padres a los eventos de la escuela? ¿Hablan regularmente con los profesores? ¿Se aseguran de que están preparados y cuentan con el material necesario? ¿Saben si hacen los deberes? ¿Tienen números de teléfono operativos? ¿Toman los estudiantes apuntes en clase? ¿Hacen sus tareas? ¿Escuchan en el aula o son fuentes de interrupciones en clase?
Cuando examines esos factores verás que no son las escuelas las que fracasan, sino los padres. Los profesores no pueden hacer su propio trabajo y el de los padres. ¡Hasta que los padres se den cuenta y hagan lo que deben hacer, nada va a mejorar!»