La nueva censura, Francisco José Ramiro

por | 23 de diciembre de 2016

Texto original aquí.
Cuando pensábamos que habíamos dejado ya los tiempos oscuros en los que se nos censuraba cualquier expresión distinta del pensamiento único, poco a poco ha ido apareciendo de nuevo ese propósito de cortar y castigar lo que se aparte del nuevo pensamiento único: la ideología de género. Algunos piensan que esta nueva censura sería admisible porque estamos en los tiempos modernos, y se trata de una censura progresista. Sin duda, pero censura al fin y al cabo.

Les gustaría ser realmente tolerantes, pero no pueden comprender que haya gente que no acepte como dogma lo que para ellos es evidente. Por ello se encuentran ante un dilema: ser de verdad tolerantes y aceptar la diversidad de pensamiento, o ser tolerantes sólo con los que piensen como ellos. Porque lo que tiene mucha dificultad en aceptar es que se pueda dialogar, y exponer argumentos racionales para un debate. Por ello se entiende que fácilmente caigan en el ataque personal y en la calificación ominosa de quien consideran un enemigo.

La solución la han encontrado a través de las medidas legislativas. En España, por ejemplo, al menos desde 1987 desde el CSIC y posteriormente con su Instituto de la mujer, se ha llevado a cabo una importante tarea de mentalización para hacer presentes sus planteamientos en los círculos del poder político con capacidad legislativa. No importa que sean, según los viejos tópicos, de derechas o izquierdas, lo importante es que asimilen los nuevos planteamientos: llevar a cabo una verdadera “pedagogía social” (Leyre Pajín).

En España, el éxito más reciente de sus esfuerzos ha sido la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, que impone una visión del hombre y la mujer exclusivamente desde la perspectiva de género. Ni los grupos sociales, ni siquiera la familia puede educar con libertad, sino exclusivamente desde esa perspectiva. Atreverse a ello supone multas importantes o pena de cárcel. (Ver con más detalle aquí)

En Francia el pasado 1 de diciembre se aprobó una nueva modificación del “delito de obstrucción” referido al aborto. Se penaliza, curiosamente con las mismas penas que la ley madrileña: dos años de prisión y 30.000 €, a quien presione sicológicamente, o moralmente, o intente disuadir a una mujer de que lleve a cabo un aborto (ver aquí)

A pesar de estos intentos totalitarios de imponer un pensamiento único sobre el hombre y la mujer, el matrimonio, la familia, los hijos y la vida humana, la realidad es real y ahí está. Cuatro recientes estudios científicos -no ideológicos- ponen en evidencia esta realidad:

Informe de la Escuela de Desarrollo de adultos de la Universidad de Harvard, que se ha llevado a cabo a lo largo de 75 años. La felicidad se alcanza no por la autorrealización de la persona, sino por el desarrollo de buenas y profundas relaciones con los demás (Ver una charla TED del director de este estudio aquí)
Informe de la Universidad de Oxford en el que se han monitorizado durante 10 años los hijos de 6000 familias, y en el que se comprueba cómo la presencia del padre disminuye un 28% la posibilidad de que los preadolescentes sufran problemas emocionales (ver aqui)
“Sexualidad y género” : lo que dice la ciencia sobre este tema (ver aquí) Entrevista e informe donde se analizan 500 publicaciones científicas
Ser criados por un padre y una madre, sí importa: los problemas emocionales tienen dos veces más prevalencia en los hijos de padres del mismo sexo que en los que tienen padres de sexos opuestos. (Ver articulo de 2015 en British Journal of Education, Society & Behavioural Science)