Es difícil estar de acuerdo con todas las ideas que plantea David Foster Wallace en este discurso de graduación. Ahora bien, también es casi imposible no estar de acuerdo con muchas de ellas y, sobre todo, no reconocer que las categorías y metáforas que emplea tienen una gran fuerza para persuadir acerca de la importancia de las humanidades.
Ni más ni menos que se atreve a explorar la manida tesis que dice que «las humanidades nos enseñan a pensar». Y consigue hacerlo de un modo maravilloso, explorando cómo y en qué hay que pensar. Pensar tiene que ver con interpretar y dar sentido a la experiencia, pero a la experiencia más ordinaria.
Según Wallace -por cierto, como podéis ver en la foto guarda un aire con el protagonista de Braveheart- las humanidades nos sacan de nuestra «configuración por defecto» que busca constantemente la comodidad. El hombre tiene dificultad para lidiar con el aburrimiento y la rutina, y las humanidades puedan paliar esta carencia. Las humanidades nos hacen más conscientes de que está en nuestra mano decidir cómo afrontar todas las cosas desagradables que inevitablemente hay en cualquier vida.
Sin duda es el mejor vídeo que conozco para mostrar cómo lo evidente se nos escapa.