
Sin riesgo no hay gloria, dice el refrán. Y es que muchas veces el principal obstáculo para conseguir lo que deseamos es que salgamos de nuestra comodidad, de nuestra zona de confort, y nos pongamos manos a la obra a poner por obra nuestros sueños.
La audacia y la magnanimidad son virtudes esenciales para construir aquello que queremos.