¿Cuánto talento desperdiciamos por no dedicarnos a lo que realmente nos gusta? ¿Cuántas vidas programadas que dan lugar a especialistas sin alma, vividores sin corazón?
¿Cuánto talento desperdiciamos por no dedicarnos a lo que realmente nos gusta? ¿Cuántas vidas programadas que dan lugar a especialistas sin alma, vividores sin corazón?