La alineación -que no alienación- de la Filosofía

por | 5 de enero de 2015

Alineación Filósofos

Última clase del segundo trimestre y los alumnos no están por la labor de dar clase. A falta de motivación hemos propuesto una actividad lo más constructiva posible en ese momento. Esto es lo que nos ha salido

Portero

Platón:

  • Es el filósofo que pone las bases de todo el pensamiento posterior (la base de la defensa, por tanto, la base del equipo)
  • Los jugadores/filósofos del equipo contrario atacan su portería/ideas

Defensas

Centrales:

Aristóteles: su destacada capacidad organizativa le hace uno de los mejores zagueros del mundo.

Descartes: su método consiste en empezar a construir el juego desde cero, es decir, desde la defensa del equipo.

Laterales:

Santo Tomás: su posicionamiento cercano a Aristóteles en la zaga le permite utilizar la filosofía aristotélica para cumplir su función en el campo.

Heráclito: debido a su gran movilidad se convierte en un extremo idóneo.

Líbero

Rousseau: su filosofía, se encuentra en la defensa, libre de obligaciones de marca.

Centrocampistas:

Nietzsche: su filosofía rompe con la tradición y la filosofía cristiana lo que le lleva a desempeñar funciones destructoras en el centro del campo.

San Agustín: este filósofo se encarga de construir el juego del equipo en mitad de campo a partir de la salida de balón de Santo Tomás.

Kant: se va encargar de desarrollar el juego del equipo influenciado por el ilustrado Rousseau, libre de marca y primer creador de juego del equipo. Analiza y comprende el juego del equipo e intenta conocer los límites y posibilidades del mismo.

Hume: su método escéptico le lleva a construir el juego a partir de una idea anterior, es por tanto, el nexo entre los centrocampistas y la delantera.

Delantera

Marx: como ariete se encuentra Marx, filósofo caracterizado por su ímpetu e invitación a la acción.

Público

Ortega y Gasset: los espectadores del partido son agitados por el filósofo español, experto en la “rebelión de las masas”.

Entrenador

Wittgenstein: su capacidad para interpretar el juego hace de él el entrenador adecuado para este equipo.