Kant en nuestros días

por | 31 de marzo de 2019

Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal. Obra como si la máxima de tu acción pudiera convertirse por tu voluntad en una ley universal de la naturaleza.

Así formula el filósofo Immanuel Kant el concepto del imperativo categórico en su obra Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Se puede explicar con un ejemplo: nunca te cueles en el transporte público sin pagar, porque si todo el mundo hiciera lo mismo, nos quedaríamos sin metro, autobuses y tranvías. El vídeo que abre este artículo, obra de Christian Flores -autor de Velaske, yo soi guapa?-, mezcla las normas del transporte público y el imperativo categórico. «Hay que tener un poco de civismo en espacios reducidos», dice Flores a Verne por teléfono. El vídeo es un encargo de la agencia de publicidad Paradise Falls para la red de tranvías de Barcelona, que ha difundido la escena en Twitter.

El vídeo en catalán lleva más de 1.600 retuits en un día de publicación desde el 13 de marzo. La escena en castellano ha sido compartido por Flores y en pocas horas lleva más de 900 retuits. Entre los dos suman 200.000 reproducciones. El vídeo empieza con un joven que reconoce a Kant en un vagón del tranvía. El filósofo alemán lleva una sudadera roja y unos cascos para escuchar música en el cuello, pero por lo demás es inconfundible. «Soy superfán tuyo desde siempre. El imperativo categórico es flipante. No me acuerdo bien, bien cómo era, pero el rollo actúa como crees que debería hacerlo todo el mundo… Es una bomba eso», dice el joven. Kant cree que no lo ha entendido bien, ya que lleva los pies encima de un asiento.

Entonces empieza la canción. «It’s a little place (es un sitio pequeño), lleno de gente. Si actúo pensando en los otros, lo hago bien». Con el estilo trap que ya escuchamos en Velaske, yo soi guapa?, Kant recomienda que cedamos el sitio a embarazadas, madres con niños en brazos o personas con muletas o silla de ruedas. También pide que no elevemos la voz al hablar por el móvil, que usemos auriculares para escuchar música, que no forcemos las puertas de acceso y que le pongamos bozal a los perros.

«Es buenísimo, ¡felicidades!», ha dicho sobre el vídeo en Twitter Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. «Sinceramente, no me esperaba esta cantidad de retuits. Ha sido una sorpresa muy grata. Es un ejemplo de combinación que se puede dar entre creadores de contenido e instituciones. Es una nueva forma de comunicar», añade Flores.

La idea de mezclar el imperativo de Kant con las normas del tranvía es de la agencia que le hizo el encargo: «Me dieron total libertad. Es el primer trabajo de publicidad que hago». Flores, que a sus 30 años vive en Barcelona, es usuario habitual del transporte público catalán: «Creo que la mayoría de la gente es bastante respetuosa, pero ves algunas cosas incívicas».